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 VIAJE DE IDA (séptima entrega)

Después del paso de los búfalos con rumbo al lago, a la mañana siguiente el claro del campamento, quedó salpicado de las deposiciones de esta bestias, retirar todo aquello fue una tarea que a Gabi y a Gautinio, no solo les resultaba desagradable, además les llevó todo el día, sumado a que debían dejar todo aquello lo suficientemente lejos para que el viento no les devolviera aquel olor nauseabundo.

Gautinio recordó que no se conectaban con la base de tierra, varias semanas,y a decir verdad no tenía grandes espectativas en que desde allá le solucionaran algo, pero tal vez solo por costumbre trató de conectarse. 

¡Atención base tierra me copian!

¡Atención base tierra me copian!

En tierra la base de lanzamiento de ARCA se encontraba prácticamente desmantelada, sólo dos jóvenes ingenieros cumplían con su trabajo, pensando que sus cheques llegarían como siempre todos los meses. Se encontraban practicando con los comandos de la base cuando escucharon la llamada desde Tierra Nueva.

Con entusiasmo respondieron

¡Sí, aquí, base tierra, los escuchamos fuerte y claro!

¡Hola amigos terráqueos! Dijo Gautinio, ¡que novedades hay por allí!.

Los jóvenes ingenieros preguntaron ¿usted pertenece a la misión Tierra Nueva o nos llaman de la nave Arca?

¿¡nave ARCA!? preguntó Gautinio asombrado, ¿esa nave ya ha salido para aquí?

Así es, respondió uno de los ingenieros hace más de dos semanas, estimamos que estará llegando si todo anda bien en aproximadamente 20 años.

Gautinio se quedó sin palabras,...no puedo creer que dentro de ese tiempo, estemos charlando nuevamente con terrícolas como nosotros.

Así es dijo aquella voz, los que no creo que podamos presenciar la llegada somos nosotros, aquí todo lo que tenga que ver con viajes espaciales se ha desmantelado por falta de presupuesto, y no creemos que se continúe con nada parecido.

Comprendo dijo Gautinio, y usted ¿qué función cumple allí? Tan solo somos una guardia junto a mi compañero, pero pensamos que este es nuestro último mes de empleo, aquí no queda nadie.

Entiendo y les envío ¡un gran abrazo amigos!. La comunicación se cortó repentinamente. 

La situación económica y política de la tierra continuaba para mal, "el juego de niños" se había convertido en un huracán el cual no dejaba nada a su paso.

Algunos dirigentes políticos de gobiernos endebles, huían de sus despachos a la velocidad que se propagaba el "juego de niños" sobre sus países.

Muchas empresas pretendían reconvertir sus cadenas de producción, pero no eran cambios simples de hacer, la arena silícea, una de las materias primas para la fabricación de vidrio, se disparó su valor y por el momento no se le veía un techo razonable, los hidrocarburos se desplomaban sin encontrar un piso. El terror se había apoderado de toda la economía mundial.

Se había llegado a pensar en realizar una campaña publicitaria, pidiendo perdón por las consecuencias del cambio climático y también contribuir a que las regiones con problemas se les asistirá con alimentos, medicamentos, agua potable, viviendas prefabricadas, hospitales bien equipados, escuelas y bibliotecas. Todo esto y más si se terminaba con esta locura. Así se intentó, pero lamentablemente la confianza cuando se pierde es un bien el cual, no se puede comprar ni alquilar, se pierde, para conseguirla nuevamente solo es posible sembrando una semilla, regarla todos días y esperar que el árbol sea frondoso.

VISITANDO LA CIUDAD DE LOS GIGANTES 

Como todas las noches los tres camaradas, charlaban de diversos temas. Gabi pensó que deberíamos de colocar el refugio y la carpa más alto en las ramas de los árboles, a Gautinio le pareció correcto, pero solo podrían subir la carpa, el refugio era demasiado pesado, pero si se podía camuflar con ramas y ocultarlo mejor. Los tres estuvieron de acuerdo.

Gautinio comentó extensamente su visita en la ciudad de los gigantes y en su opinión, la energía desde la usina la transportaban mediante un mineral desconocido para el, que tenía un alto poder de conductividad, pero al margen de esto no tenía una idea concreta de cómo funcionaban las usinas, solo era una teoría, también había advertido que en la ciudad no observaba ningún vestigio de algún aparato o sistema que funcionara con electricidad u otro tipo de energía, para él esa ciudad era un enorme misterio.

Les propuso ir nuevamente mañana para recorrerla un poco más. Frida y Gabi estuvieron de acuerdo y podrían ir con el velero si el tiempo acompañaba. No habían terminado está frase cuando empezó a caer una suave y persistente lluvia, la cual era la primera que experimentaban, se quedaron allí sentados mirando al cielo para que la misma les mojara sus caras y su cuerpo.

A la mañana siguiente el día era espléndido, el reflejo de las montañas sobre el espejo del lago hacía de aquel lugar que pareciera un paraíso. 

Entre Gabi y Gautinio botaron la embarcación, Frida ya había cargado todos los víveres y agua, luego dio un salto y ocupó su lugar, Gautinio también subió y por último Gabi, que ya tenía el agua hasta su cintura ayudado por sus brazos, subió y tomó el timón, en cuanto extendieron la vela esta se hinchó de golpe, y el velero puso proa al norte con muy buena velocidad.

Antes del mediodía estaban en la playa de la usina, allí subieron el bote a la playa, y  colocaron sobre sus espaldas las útiles y originales mochilas que había realizado Frida, con cañas y la tela de hojas secas.

Cuando Frida y Gabi, vieron la ciudad quedaron deslumbrados, era majestuosa, esa mañana a pesar que Gautinio ya la había visto antes, ahora le parecía aún más grande.

Las calles eran intrincadas, se podría decir que conformaban un laberinto realizado adrede, los tres decidieron no separarse, Gautinio iría primero, seguido por Frida y en la retaguardia Gabi. Gautinio contaba con su brújula que en esta situación era indispensable.

Empezaron a internarse por la primer callejuela, la misma tenía un ancho de no más de 1.5 metros y las edificaciones que la flanquean unos 18 metros, esto daba una cierta sensación de claustrofobia, la calle había girado en poco tiempo a derecha e izquierda, tantas veces que si no fuera por la brújula ya estarían perdidos.

De pronto, ante los ojos de Gautinio, la callejuela se abrió en una enorme plaza verde de aproximadamente 9 hectáreas, sobre dicha superficie plana se podía observar un equipamiento extraño, pero que sin duda formaba parte de todo aquello.

Sobre la margen derecha se observaba un enorme edificio cúbico sin ningún tipo de adorno o relieve en el eje central de la pared que enfrentaba la plaza había un portal de uno 10 metros de ancho y 40 metros de alto era una puerta pesadisima, el material utilizado en todos los casos era esa roca naranja con tonalidades rojo intenso.

De no ser por la vegetación que se había desmadrado, los edificios bien se podría decir que habían sido abandonados ayer.

Frida vio un frondoso árbol y como el día estaba caluroso les dijo a sus compañeros que esa sombra era un buen lugar para descansar mientras almorzaban, Gautinio y Gabi aceptaron. 

Después de almorzar, Gautinio les dijo a sus compañeros que iría a ver aquel portal. Cuando llegó frente a él al hacer solo un poco de presión con su mano, la enorme mole se abrió pivoteando con total suavidad, antes de entrar llamó a sus amigos. Los tres entraron, lo primero que les impactó fue su iluminación, enormes ventanales abiertos a la luz del día, convertían ese espacio en un lugar privilegiado, la cubierta no poseía estructura o viga a la vista que se distinguiera, parecía una única platea de la misma piedra de forma cóncava, la planta del monumental edificio era de aproximadamente trescientos metros de largo por la misma dimensión de ancho, por lo cual pensó Gautinio que la cubierta difícilmente fuera de una sola pieza, porque para colocarla allí se hubiera necesitado de una grúa gigantesca.

A Frida le llama la atención la perfecta colocación de las lajas del piso, y el enorme círculo resaltado por cubos ciegos de aproximadamente 1.5 metros por 1.5 metros siguiendo esa forma circular, en el centro de este sistema había una depresión que quizás era para encender una fogata. Para Gautinio, esto era un templo de seres gigantes, que se reunían en torno al fuego para hablar… ¿o tal vez para otra cosa? 

A Gabi se le ocurrió al ver que comenzaba a atardecer, y este templo, o lo que fuera, parecía muy seguro y además limpio, que si estaban de acuerdo podían pasar la noche, a Frida y a Gautinio les pareció bien, sumado a que esa noche en particular las tres lunas iban a convertirse en lunas llenas, a los tres les pareció bien pasar la noche allí mismo, Gabi fue a buscar leña para encender una fogata justo en el centro de aquel misterioso anillo, Gautinio, acomodó su trípode y su telescopio para desde una de las ventanas para poder ver en toda su plenitud a una de las lunas. Empezaba a refrescar como todas las noches pero reunidos junto al fuego se sentían muy confortables sus sombras se alargaban sobre aquellos muros, seguramente como la de los antiguos gigantes. Frida dijo a sus compañeros, tal vez esta noche podremos develar algo de esta misteriosa ciudad y sus antiguos pobladores.

Cuando la noche avanzó, Gautinio miro hacia arriba porque algo le llamó la atención, y entonces quedó más que sorprendido, quedó sin habla.

Aquella cubierta poseía cientos de pequeñas perforaciones por donde entraba la luz concentrada de las lunas.

Cuando se dio cuenta del significado de esto, le dijo a Gabi, que apagara el fuego, Frida y Gabi, preguntó por qué motivo, y Gautinio les indicó que miraran hacia arriba. Cuando apagaron el fuego, toda aquella superficie cóncava se convirtió en un cielo estrellado que con total precisión indicaba un grupo de estrellas, que evidentemente aquellos gigantes las tenían indicadas quizás para algún  motivo de estudio.

¿Que habrán descubierto estos gigantes? dijo Gabi, es difícil saberlo dijo Gautinio, lo que no me cabe duda, dijo Frida, es que fueron seres muy inteligentes.

Evidentemente, dijo Gautinio, dominaban una determinada energía limpia, una arquitectura avanzada y sin lugar a dudas algo del universo conocían. 

Me llama la atención dijo Frida, que no he visto ningún tipo de escultura o signos tallados, todas las superficies son lisas y sin ningún tipo de adorno, Es cierto dijo Gabi, pero pensemos que aún no hemos visto mucho. Lo único que observamos, dijo Gautinio, en la primera pirámide fue el dibujo del colibrí de Nazca, a parte de eso nada más. 

Al día siguiente los tres exploradores, decidieron regresar al campamento, se fueron de aquella ciudad con más dudas que respuestas, pero Gautinio le dijo a sus compañeros que seguiría investigando, porque todo esto le apasionaba.

EN EL PLANETA TIERRA LA VIDA CONTINUABA

Una de las cosas que más había crecido en el planeta Tierra era la desconfianza, nadie quería por ejemplo comprar ni siquiera un electrodoméstico en cuotas, porque ya había ocurrido que a pesar de existir un contrato de por medio, a la mitad del plan a los adquirentes les llegaba una carta con una serie de argumentos jurídicos y comerciales indescifrables que se les obligaba a pagar el doble de dicha cuota. Aquel que protestaba, debía de presentarse ante un juez para arreglar su situación, este trámite podría tardar varios meses, por lo cual los tomadores de créditos continuaban pagando cuotas exorbitantes, se sabía de algunas personas que habían ganada dicho juicio pero su dinero era reembolsado a los cuatro años, esto frustraba incluso defenderse, mejor era no contraer compromisos. Hubo otros casos ridículos en donde por ejemplo a un hombre le habían robado su vehículo, entonces al realizar su trámite en la compañía de seguros,la letra chica del contrato decía que debería esperar diez años, si en ese lapso de tiempo su vehículo no aparecía recién ahí le entregarían el monto establecido por la marca y el año, es decir, que cuando le dieran el dinero que le correspondía, sería por un vehículo de diez años de antigüedad, este tipo de maniobras fraudulentas eran más frecuentes que las bien realizadas.

Otro hecho que conmocionó a varios países fue uno que ocurrió en una ciudad de 7.000.000 de habitantes, producto de un viejo juicio entre, la ciudad, la compañía de electricidad y la compañía de transporte de dicha electricidad, El juez interviniente dictó sentencia, y entonces la compañía de electricidad debía brindar sus servicio a la ciudad durante diez años en forma gratuita más las multas acumuladas y a la compañía de transporte, el valor ascendía aproximadamente 9.900.000.000 millones de dólares, una locura, en conclusión los habitantes de dicha ciudad quedaron sin energía por tres años, la situación sanitaria se convirtió en un problema de tal envergadura que intervino el ejército, los que más sufrieron fueron las personas mayores que vivían en pisos altos, quedaban sin poder bajar, y menos aún subir, si no tenían familiares que los ayudaran dependían de las fuerzas de seguridad o de voluntarios. Evidentemente en el planeta tierra algo no andaba bien.

TRES BEBÉS DE TORTUGAS

Frida había ido al bosque en busca de su materia prima, esas hojas secas largas, resistentes y flexibles, cuando escucho que algo crujía entre aquel pasto más alto que ella, siguió por curiosidad ese sonido y de pronto se acordó que por allí se encontraba el tesoro que le había revelado su gigante amiga voladora.

Allí estaban esos enormes huevos resquebrajándose y en cada uno se asomaba una cabeza con sus ojos encandilados por la luz, de su nueva vida.

De golpe apareció la madre de aquellas criaturas, y se miraron con Frida, con la alegría en sus ojos que siempre brinda una nueva vida. Con su boca la tortuga mamá ayudó a sus tres crías que se desprendan de esas cáscaras y una vez liberadas, lentamente se internaron en la espesura del bosque. Frida regresó a sus tareas pensando que ya tenía un nuevo comentario para esta noche.

Gabi se había designado como el encargado de cuidar a sus tres transporte a sangre, les tenía una estima especial, y les brindaba un cuidado enorme, después de alcanzarles sus pasturas, y el agua, les pasaba un cepillado a sus lomos y sus patas, con la hoja de una planta lo suficientemente dura y rugosa, que los cuadrúpedos disfrutaban enormemente.

Gabi, era un hombre muy habilidoso, había realizado cortando el tronco de un árbol una rueda de madera, a la cual le adoso utilizando el mismo material con el que realizó el velero, una caja chata, y mediante dos ramas iguales colocadas a ambos lados de esta, tenía para trabajar una liviana y ágil carretilla, con ella podía traer más bidones de agua en un solo viaje desde el lago, las pasturas para los animales, recolectar más cocos y verduras, juntar leña, Gabi disfrutaba realizando todas estas tareas, se sentía el propietario de una granja, y tal vez era el propietario de un mundo entero.

Gautinio, disfrutaba investigando todo lo que caía en sus manos, insectos, piedras, frutas, hojas, sumado a las diferentes posiciones de las tres lunas, teniendo en su refugio montado un verdadero laboratorio, había conseguido unas hojas de una planta muy ancha y de color pálido y además una piedra negra, que abundaba en la playa del lago que al mojarla podía realizar trazos bastante precisos, con esas hojas más esa especie de carbonilla, tenía dibujado el curso de las tres lunas y sus estaciones. Ya estaba pensando en armar un andamio de cañas para colocarlo en la ciudad de los gigantes y poder realizar un mapa de los puntos de luz de aquel enorme edificio, para poder luego compararlo con el cielo nocturno real.

Nuevamente caía la tarde en Tierra Nueva, y Gabi descargaba su carretilla llena de leña para la fogata de esa noche.

Después de cenar, la charla amable sentados cómodamente en sus sillones de hojas secas en torno al fuego se había convertido en un clásico. 

El tema de siempre que los angustiaba era el día en que no tuvieran más energía, de acuerdo a los estudios de Gautinio, y considerando que la nave ARCA llegara en 20 años, tanto las baterías como las pantallas captadores estarían en su etapa final de uso, pero lo que no podían ni siquiera imaginar era en que lugar descendería la nave, podría ocurrir que fuera en un lugar muy distante del campamento por lo cual existía la posibilidad que jamás se encontraran en esta tierra enorme y desconocida.

Esta posibilidad existe y es altamente probable que así ocurra, dijo Frida, pero ¿qué perderemos? Todo dijo, Gautinio, herramientas eléctricas, calefacción, la computadora inteligente, nuestras linternas, y lo que más me mortifica es perder todos los libros. En cuanto a las herramientas, dijo Gabi, en tanto tenga energía había pensado en afilar algunas piedras y realizar herramientas rudimentarias pero, que me facilitarán muchas tareas. En cuanto a los libros, dijo Frida, debo decirles que todo lo escrito por el hombre en toda su historia ha sido siempre pisando el planeta tierra, desde nuestra nueva perspectiva, la historia será a partir de nosotros, ¿qué sentido tiene leer algo que ocurrió en un lugar al que jamás volveremos a ver? Me temo que te debo de dar la razón dijo Gautinio, la historia aquí es a partir de nosotros. Así es, replicó Gabi.

Mañana, ya pueden usar la ropa de verano que les he preparado, ¡estoy ansioso! dijo Gautinio. Yo ya la he visto, dijo Gabi, y te debo decir que me asusta.

Qué desagradecido, dijo Frifa, en tono de broma, cuando la temperatura llegue a 40 grados, me lo agradecerás.

PROBLEMAS EN LA TIERRA

Uno de los más graves problemas que existían era la falta de trabajo, se había experimentado hacía muchos años la entrega de un sueldo universal, pero todo aquel que lo recibía al poco tiempo comenzaba a sufrir problemas depresivos.

Los científicos se lo atribuían a la sensación de no formar parte de la sociedad y por ende no poder armar un mínimo proyecto de vida.

El inconveniente a resolver era que ⅓ de la población mundial en condiciones físicas de poder trabajar, no tenía trabajo y a cada año esto se incrementaba.

En una región de África, en donde la gente vivía sin lujos, se los había estudiado en profundidad y el informe arrojaba que indudablemente no se los veía estresados, todo lo contrario, dormían mucho, por las noches charlaban hasta tarde en familia, no poseían mucho contacto con la civilización y además tenían proyectos. Ese año habían imaginado realizar un mirador de 40 metros de alto con cañas.

Se les preguntó el ¿porqué? y solo respondieron que por gusto y de paso poder mirar el entorno de su hábitat a vista de pájaro.

A un grupo de artistas, se les ocurrió abrir una academia gratuita para estudiar música, pintura, escultura, alfarería y telar.

El espacio que poseían no era muy grande, por lo cual solo podían admitir hasta 60 alumnos. El resultado fue asombroso, al ingresar a cada alumno se les había hecho una evaluación psicológica, sus edades entre varones y mujeres iban desde los 20 años a los 70 años. Al cabo de un año, solo habían desertado un 10 %  pero el resto en una segunda evaluación daba como resultados muy óptimos, su autoestima era alta y la mayoría comenzaba a tener proyectos, por ejemplo, un hombre y su mujer que tenían alrededor de 70 años, estaban decididos a vender su departamento en la ciudad y retirarse al campo, para allí construir un nuevo hogar, realizar una pequeña granja que les permitiera alimentarse, construir sus talleres el hombre era pintor y su mujer escritora, y además adoptar dos hijos.

Una pareja de novios de 25 años, tenían planificado recorrer su país en bicicleta, y encontrar su lugar en el mundo, logrado esto de algún modo, de alguna manera lograr construir sus hogar, por el momento solo contaban con una de las bicicletas a la que le faltaba una rueda, pero el proyecto era sólido y sabían que lo lograrían, a ella le gustaba la alfarería y al joven la música. 

Quien en su vida logra armar un proyecto sólido, y aceptable, sumado a colocarle la plena voluntad, en el día a día, más temprano que tarde lo logra, y si este proyecto es compartido la alquimia se incrementa, y en poco tiempo se empiezan a ver los resultados. Existen proyectos que tardan unos más que otros, el asunto es no claudicar jamás, aunque la tormenta arrecie le haremos frente con más ganas.

Muchas familias estaban comprendiendo que la única causa posible de habitar junto a sus contemporáneos era el planeta tierra, todo el trabajo que escaseaba o no existía, perfectamente se podía canalizar en cuidar el planeta, tarea para la cual era necesario contar con miles y miles de brazos con buena voluntad, ¿era posible algo así? Se preguntaban dirigentes políticos y poderosos empresarios ¡por supuesto que era posible! Solo era necesario aplicar esa fuerza que había indicado el viajero del tiempo. ¡Imaginación!,  imaginar un mundo mejor es posible, siempre es posible.

EXPEDICIÓN A LAS TIERRAS ALTAS

En la reunión nocturna Gabi, después de encender el reconfortante fuego, dijo, tengo planeado hacer una excursión a las tierras altas de al menos cuatro días. ¿Quién quiere acompañarme? Al unísono Frida y Gautinio levantaron sus manos.

¡Perfecto dijo Gabi! nos conviene ir con nuestros amigos cuadrúpedos, son animales especiales para recorrer ese terreno, pueden combinar por estrechos senderos en las alturas, llevaremos dos carpas livianas, las mochilas las tenemos, la vestimenta de verano también y prepararé tres varas robustas de más de dos metros de alto, resultan muy prácticas para caminar entre piedras.

De mi parte  dijo Gautinio, llevaré la brújula y el telescopio. 

¡Cuando salimos! dijo Frida entusiasmada.

Si les parece bien, pasado mañana, quiero tratar de realizar tres mantas para poner sobre el lomo de nuestros animales, y asegurar la carpa por si se levanta viento en nuestra ausencia. 

El día indicado salieron los expedicionarios, el equipo era rudimentario pero sumamente eficaz, sus animales estaban bien comidos y descansados, formaban con sus compañeros tres equipos de montaña perfectos.

Habían decidido recorrer la orilla del río aguas arriba, para evitar perderse. Al principio el suelo tenía una pendiente muy suave pero a medida que subían este se incrementaba y las piedras sueltas aumentaban en cantidad y tamaño. Los animales demostraban una destreza única. El paisaje, era exquisito el agua cristalina entre las piedras, la vegetación exuberante, de varias gamas de verde, naranjas, rojos y violetas más un perfume que pertenecía a una planta de hojas amarillas que Gautinio guardó una muestra en su bolso.

Los árboles parecían que habían sido plantados por un paisajista, los animales no mostraban signos de fatiga, se decidió parar allí, más para disfrutar el paisaje que por otra cosa.

A poco de seguir el cauce del río se había convertido en arroyo y se dividía en dos, ambos se perdían entre piedras para resurgir más arriba, decidieron seguir por el de la izquierda.

En un momento el suelo inclinado se niveló y Gautinio les dijo que pararan allí por unos instantes, sin desmontar sacó de su mochila el telescopio y apuntó a un sector de la falda de la montaña. Estoy viendo la entrada de una cueva, comprueba esto Frida, está debajo del alero ese, Frida observó y también le pareció lo mismo, cuando Gabi miró, dijo, no me cabe duda que es la entrada de una cueva, pero para llegar allí, si bien no hay que escalar, para lo cual no poseemos equipo   creo que caminando desde el lado derecho parece posible. Si están de acuerdo dijo Gautinio, dejamos a nuestros animales aquí con agua y pastura y continuamos a pie. ¡Intentemoslo! Dijo Frida. 

Así hicieron, Gabi al frente, Frida al medio, y Gautinio detrás. Las varas les resultaba de mucha utilidad porque era un tercer punto de apoyo aparte de sus dos piernas.

La subida era a buen ritmo, hasta que Gabi dijo, esto que viene ahora es lo único complicado, debemos de caminar con la espalda pegada a la montaña, son solo diez metros, pero son riesgosos, haremos lo siguiente dijo Gabi, yo pasaré primero sin mi mochila y después, Gautinio me las arroja a las tres, creo que se puede lograr.

Con mucho cuidado Gabi traspasó el angosto sendero con su espalda pegada al muro, observando el precipicio s su 

frente.

Luego Gautinio tanteo el peso de las mochilas y comenzó por la más pesada, las mismas llegaron a destino. Luego Frifa y Gautinio realizaron el cruce como lo había hecho Gabi sin problemas, y ahora solo restaba el último trayecto hasta la cueva en el que no se observaba obstáculo alguno.

OCTAVA ENTREGA